Foto Oficial

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Delegados y observadores de la Pre-asamblea de la FLM, LAC

martes, 20 de abril de 2010

Estimados hermanos, seguidores de nuestro Blog. Reciban un cordial saludo de IELCO.

La siguiente dirección les permitirá acceder a una lista de fotografías tomadas en la Pre-asamblea de Bogotá.

http://www.telebitcomunicaciones.info:125/

Haga doble click sobre la dirección. escoja la imagen por el título y desplíeguela haciendo click en el ícono de la izquierda. Espere unos minutos, las imágenes entan en alta resolución. Una vez complate haga click derecho sobre la imagen, se desplegará un menú sobre el cual mpuede hacer click en la línea Guardar imagen como... seleccione la ubicación donde quiera almacenar los datos y... A disfrutar los buenos recuerdos.






Esta es la imagen de pantalla de la lista, cada renglón corresponde a una foto en alta resolución.

sábado, 10 de abril de 2010

El Pan Nuestro de Cada Día

El cuarto pedido: “el Pan nuestro de cada día, dánoslo hoy” del Padrenuestro es una súplica que conlleva dos elementos: a) un sentido ruego frente a las necesidades de la comunidad, y b) una afirmación de fe que, en cuanto pronunciada, revela la gracia y la justicia divina.

Mateo y Lucas nos ofrecen dos versiones del Padrenuestro. En el contexto de Lucas 11, la oración surge como un modelo didáctico. Los discípulos, en su necesidad de aprender a orar, piden que Jesús les enseñe a orar. En contraste a esta necesidad, Mateo 6 asume que los seguidores/as de Jesús saben orar, entonces el Padrenuestro surge a iniciativa del propio Jesús, sin ser solicitada y, por lo mismo, el pedido por el pan responde a una atenta y sensible consideración de las necesidades reales de sus seguidores y seguidoras.

Relevancia comunitaria en el pedido por el pan
Por los evangelios sabemos que la oración es una experiencia vital para Jesús. Las oraciones de Jesús muestran su profunda relación entre él y Dios. Una relación basada en la confianza e intimidad.

Lo particular y novedoso de la oración del Padrenuestro es que no es una oración mediadora –sacerdotal- sino comunitaria. Jesús no ora en nuestro lugar, no intervine a nuestro favor y tampoco lo hace en su nombre. El Padrenuestro es una oración en la cual Jesús invita a sus seguidores y seguidoras a tomar su lugar y a ser parte de su espacio privilegiado para estar en estrecha relación con Dios.

El Padrenuestro es una iniciativa a orar en comunidad y movida por la experiencia de intimidad con Dios. Por ello, Jesús toma de la mano a sus seguidores/a y les acerca a esa relación de intimidad que le es familiar. Y al hacerlo, quiebra la noción del espacio sagrado individual. Sin abandonar la realidad en que sus seguidores y seguidoras viven, se abre la posibilidad de vivir la intimidad en comunidad. (Westhelle: On Displacing Words. 29).

El Padrenuestro entendido de este modo, afirma que orar es una experiencia de justicia. Lo justo es que no vivamos en la dicotomía entre la tierra esperando la llegada de Dios y los cielos que es la promesa ofrecida. Lo justo es que si el reino de los cielos ha llegado en parte, se pueda esa parte, vivir intensamente. Y esta justicia se da a iniciativa de Jesús. El compartir el espacio de oración nos invita a envolvernos en una relación enraizada en el sentido de la vida, en la realidad de la carencia del pan, de sus desafíos y a la vez, en la esperanza de que Dios responde porque conoce nuestras necesidades incluso antes que se la digamos Mt. 6:8.

En el Padrenuestro, y especialmente en el pedido por el pan, Jesús ora con la intención de despertar la memoria del pasado y a la vez de poner atención a nuestro presente. Los plurales “pan nuestro” y “dánoslo hoy” tienen esa intención. Son plurales que conscientemente involucran. Son plurales colectivos y por tanto un reclamo y una invitación a que el pan se disfrute en colectividad.

El pedido es por el presente, pero también implica que el pan ya ha sido otorgado, es nuestro; por tanto, nos es justo reclamarlo. En este sentido, cada vez que oramos el Padrenuestro; y específicamente cada vez que pedimos por el pan, entramos en el lugar de Jesús y reclamamos por lo que nos hace falta. La oración es una bella forma en que Jesús expande su lugar privilegiado. Es una maravillosa manera de hacer de ese que espacio para dos se convierta para tres, cuatro, sesentainueve, etc. permitiendo que otros y otras vivan y se afecten del privilegio de formar parte activa en la oración.

En lo sustancial, Jesús no intercede, sino nos invita a tomar parte en el clamor y en el reclamar. Nos trae de la mano para que, por nosotros y nostras mismas, entremos en diálogo directo con Dios. Jesús nos insta a ser audaces en nuestro cotidiano, más aun si ese cotidiano está lleno de desafíos.

La intención en el pedido del pan es que la justicia tome lugar. Por ello, orar por el pan es unirnos con Jesús y persistir en relación de fe para que en nuestras realidades la justicia, la paz, el compartir, el reconocer las capacidades sea una práctica diaria. Insistir en pedir del pan es una manera intrépida de entender que Jesucristo sigue orando con nosotros y nosotras. Que nos ha adoptado para tener la oportunidad de experimentar el amor, la solidaridad divina en el pan de cada día. Sin embargo, aunque aprendemos a hacer buenos reclamos, ciertas memorias del desierto tocan nuestro ser y nos quieren paralizar y doblegar.

La memoria del desierto
La ausencia del pan recién horneado está en la realidad del desierto. El desierto, contexto del ministerio de Jesús, evoca la salida de Egipto del pueblo de Israel y su largo camino a la tierra prometida. El pan para saciar el hambre después de 40 días de ayuno tiene un interés momentáneo. La provocación de convertir las piedras en pan guarda el oculto propósito el distanciar y separar a Jesús de su relación con Dios. La metáfora del desierto ayuda a comprender lo indefenso que el ser humano puede estar en circunstancias de dificultad.

La narración del Éxodo, la salida de Egipto y el largo caminar en el desierto me recuerda primeramente como el pueblo de Israel se siente provocado y reniega añorando la esclavitud -aunque esas circunstancias impliquen perder la vida. La relevancia de la provocación no está en que el pueblo de Israel muestre su enojo. Al fin, el enojo es un sentimiento que necesita ser expresado. La provocación, irónicamente, se da cuando el pueblo de Israel expresa su melancolía. En camino a la tierra prometida, y pese a la esclavitud, el pueblo añora Egipto. Egipto (mitzrayim) literalmente significa lugar estrecho, intolerante, difícil. Pareciera que lo concreto de la esclavitud, de haber vivido en la estrechez y la intolerancia se había olvidado exactamente porque en las circunstancias del camino se hizo difícil tener y disfrutar del pan.
En el largo y desconocido camino se vive en incertidumbre y desconcierto. La situación casi de muerte hace que la relación se sienta afectada y el camino hacia lo prometido intolerable. En la angustia se prefiere la muerte: “como quisiéramos que Dios nos hubiera quitado la vida en Egipto” (Dt. 16.2) y se acusan a Moisés y Aarón: “ustedes han traído nuestra comunidad a este desierto para matarnos de hambre” (v. 5). Exactamente cuando la acusación toma lugar, Dios llega al encuentro y se hace presente en el lugar de lamento. En la confusión y el desanimo, la comida desciende a la tierra. Se trata de un misterioso pan al que llaman “maná”, o literalmente “¿qué es esto?”
¿Qué está pasando?, ¿Qué es esto? Lo que pasa es que la presencia de Dios, fiel a la relación con el pueblo, se concreta a través del alimento. Y, esto que recogen con sus manos y ponen en sus bocas es, ante todo, la respuesta a la nostalgia de un momento mejor. Esto es el pan con que pueden saciar el hambre. Pan que quita la añoranza de muerte. Pan que revitaliza para continuar el viaje. Pan que a buena cuenta es vida, vida que desciende y se hace presente en la tierra.
La primera información que tenemos sobre este pan es que sabe a los panecillos enrollados con miel. Cada vez que las escrituras mencionan la palabra miel, ella se conecta con la tierra prometida. Por lo mismo, el panecillo enrollado con miel es el saboreo temprano de la promesa y el disfrute de lo que vendrá mañana. En este sentido, la oración en la cual Jesús nos invita a tomar su lugar es el sentido de justicia para disfrutar, en parte y de manera temprana, el reino prometido. El pedido: “el pan nuestro de cada dánoslo hoy” es la ferviente certeza de que el reino ha llegado y que con justicia nos alcanza hoy. Jesucristo hace posible ese alcance.

Pan Partido y Compartido en comunidad
Evocando el tiempo de prueba que el pueblo de Israel vivió, Jesús entiende que el convertir las piedras en pan tiene la intención de impedir que la relación de Dios, presente desde la creación y anunciada vívidamente en la encarnación, continúe. La respuesta: “No solo de pan vivirá el hombre”, o el ser humano no niega la importancia del pan. En ella se advierte que en la realidad del pan hay algo más que el simple pan.

En la explicación de esta petición, Lutero detalla con simpleza que el pan cotidiano se refiere “a todo aquello que se necesita como alimento y para satisfacción de las necesidades de esta vida, como: comida, bebida, vestido, calzado, casa, hogar, tierras, ganado, dinero, bienes; piadoso consorte, hijos piadosos, piadosos criados, autoridades piadosas y fieles; buen gobierno, buen tiempo; paz, salud, buen orden, buena reputación, buenos amigos, vecinos fieles, y cosas semejantes a estas”. (Libro de Concordia, 361). En otras palabras: ¡El pan solo, sin miel no tiene sentido! Pan sin un techo no alivia el sufrimiento. El pan necesita de miel. La miel conectada con la tierra prometida amplia el sentido del pan. Se recibirá la tierra prometida de manera concreta: habrá un hogar, una comunidad, trabajo, familia, descendencia, paz, libertad, comida, agua, vestido,…

En la tierra prometida que se acerca en parte es posible compartir con alegría. La importancia de disfrutar el pan se da en medio de la vida comunitaria porque es ahí que la promesa de larga vida se hace real. Y el pan que se parte también necesita de la presencia de una comunidad. No se puede partir y repartir sin una relación marcada por la confianza y el respeto. La eucaristía es momento propicio para que nuestras relaciones se renueven pero el pan es sagrado porque es “dado a favor vuestro”. Esta gratuita entrega hace posible que el Dios del reino actúe a través de su comunidad hoy.

La narración del camino de Emaús explica de manera maravillosa el impacto del compartir. Los discípulos en camino a Emaús concentrados en su conversación casi no notan la presencia del extranjero porque el caos y la aparente discontinuidad de vida les tienen desconcertados. Ellos sienten que este extranjero tiene algo pero no son capaces de descubrirlo. La conversación de los discípulos se enfoca en la perdida de su amigo y en la orfandad. Sólo llegada la noche, cuando el extranjero parte el pan, se abren los ojos para entender por qué les ardiera el corazón. El partimiento del pan ilumina la realidad. En la intimidad del compartir el pedido por el pan se hace realidad.

Jesús ciertamente puede convertir las piedras en pan. Pero su intención no es tener pan sin tener con quien compartirlo. El pan cobra sentido en lo concreto del amor solidario. “No solo de pan vivirá el hombre” trae un doble motivo: a) que el pan implica un compartir; es decir que el pan compartido tiene un gusto diferente. b) que el pan que no es compartido pierde su sentido. La respuesta de Jesús brota del compromiso de promover nuestras capacidades, promover que ellas evidencien el ya del reino ¿Es este un pedido exclusivo para los que no tienen pan y excluye a quienes tienen pan? ¿A quienes se refieren los plurales “nuestro” y “dánoslo”? El “nosotros y nosotras” involucra a “toda persona que reconoce su necesidad de ser sostenido/a [y le] ubica en una relación de criatura-creador” (Westhelle: 32), de prójimo/a en la continuidad creadora de Dios. Por tanto, la relación en que Jesús nos ubica se basa en reconocimiento y acción( fe activa) en la certeza de que la provisión tenga lugar, sea movida y propicie el ardor en los corazones de otros y otras para que el reino siga en parte evidenciándose.

Comunidad implica Hospitalidad
El pedido “el pan nuestro de cada día dánoslo hoy” trae consigo la propuesta de hospitalidad. Jesús al invitar a sus seguidores y seguidoras a tomar su lugar y a entrar en íntima relación con Dios, cede y comparte su espacio privilegiado. Lo concreto es que Jesús invita a su comunidad a suplicar por sus necesidades. Jesús es parte de esta comunidad con la que ora e implora. El pedido por el pan es una súplica por justicia porque se valora a cada persona, especialmente los niños, mujeres, enfermos/as, gentiles, etc. Jesús acoge en justicia sin hacer diferencias. Su acogida es justa y a la vez compasiva. Es una bienvenida generosa porque no pide identidad o afiliación eclesial ni formularios legalmente registrados, ni hay el pre requisito de ser luterano/a para orar con él y recibir los beneficios del pan.

En la acogida esta la intencionalidad de abrir el lugar privilegiado. En Jesús, esta apertura es intencional desde la encarnación. Jesús vivió el significado de integrarse y ser rechazado. Jesús sabe lo que significa entrar en un espacio diferente y experimentar la vulnerabilidad y los desafíos de la vida. Jesús conoce la necesidad de orar… de orar incluso por las necesidades de su prójimo/a.

En la oración en que Jesús participa con nosotros y nosotras radica la acogida. Acoger implica tener consciencia de la necesidad de protección, amparo, defensa, alimento, y cuidadosa atención de las invitadas/os. En la generosa acogida, Jesús comparte la intimidad que tiene con el amoroso Abba y con lo maternal de la vida. El Padrenuestro, y el pedido por el pan tienen sentido pedagógico. Jesús nos ensena a orar pero también nos enseña a acoger, a sentir las necesidades del prójimo, a compartir, a una relación intima/familiar fundada en el recibimiento y en la entrega.

Aproximaciones Pastorales
Volviendo a los dos caminantes en la ruta hacia el pueblecito de Emaús, vemos a los discípulos dos iban conversando. Nosotros y nosotras sabemos cuál era el mitzrayim – lugar estrecho, intolerante y difícil que viven. Hoy, algunas discípulas y discípulos de las iglesias Luteranas de Latinoamérica y El Caribe se están preparando en el camino hacia la histórica y metropolitana ciudad de Stuttgart. ¿Sobre qué van conversando en el camino? –

En el contexto de Latinoamérica y El Caribe, el pedido por el pan todavía representa un reto y una provocación. Pedimos por el pan pero también consideramos la paradoja realidad de riqueza – escasez, de profunda fe y sin embargo de hambre. El pedido conlleva esta tensión. La falta de una justa distribución del pan no anula nuestra testaruda fe. El empobrecimiento, el hambre, la mala distribución de alimentos son realidades que continúan antepuestas a la promesa del reino. Como confirmando esta antítesis, el pedido por el pan toma lugar porque hay hambre e injusticias. Esta tensión en la oración toca los nervios de nuestra fe. Y es en tensión que continuamos orando fervorosamente porque sabemos que Jesucristo camina y ora contigo y conmigo.

La dimensión de nuestras realidades concretiza el pedido por el pan. Es cierto que el pan nuestro de cada día todavía se trabaja para conseguirlo. Pero es más duro tener pan en medio de desastres naturales, en medio de crisis económicas, en medio de crisis políticas. La individualización, el egoísmo, la indiferencia son reales. Tan reales que nos afecta individualmente, como comunidad y afectan también a la creación.

Yo vengo de un contexto donde la tierra es significativa. La estrecha cercanía e interdependencia con ella es vital. La estrecha cercanía e interdependencia con ella me hace consciente de que la posesión y el control de la tierra tiene que ver con injusticia entonces el clamor por el pan cobra sentido. Consciente de la relacionalidad con la creación se hace urgente considerar los beneficios de una justa relación con la Pachamanca o de los peligros cuando ella es oprimida y violentada. En las culturas agrarias, el contacto con la tierra y la naturaleza no se basa en prácticas idolátricas. La relación es completamente religiosa y espiritual. De ella tenemos provisiones y vida pero también ella nos habla cuando se mueve y se reorganiza (¿destruye?) si, y no niego las consecuencias que esto produce. En la interpretación del pedido por el pan diario consideramos nuestros derechos pero son todavía homo-céntricos. Hace falta incluir la justicia ecológica, nuestra justa y responsable relación con la creación entera.

La metáfora del pan, por otro lado, conlleva un clamor por el auto sostenimiento y autonomía. Nuestras realidades profundamente marcadas por un continuo proceso de colonización claman por transacciones económicas humanas y conscientes de que la explotación es pecado. Desde nuestra tradición luterana, el auto sostenimiento y la autonomía tienen sus raíces en concretos actos de fe y amor. Como iglesias localizadas en un contexto de injusticia económica continuamos en el camino para promover economías más humana y equitativas. Insistamos en la deuda eterna cuyo efecto se siente con mayor fuerza en mujeres, ancianos/as niños y niñas. Y como que me ardía el corazón en el camino, las mujeres aquí presentes me han confirmado que la equidad económica es importante pero igual de importante es la equidad económica de género.
La tensión que vivimos dirige nuestra mirada hacia la realidad de la cruz. Pero no nos quedamos en el viernes santo. La resurrección ilumina y expande el significado de la cruz. No que resucitamos de la muerte literalmente, pero frente a las muchas experiencias de muerte y pérdida, causadas por la economía inhumana y desigual, oramos porque experimentamos resurrección y porque tenemos la certeza de que hay alguien más implorando y compartiendo el lugar de intimidad con Dios.

En esta dinámica de muerte y resurrección, los temas de restauración y sanidad continúan siendo pertinentes. Nuestros países viven siglos de inevitable pérdida, muerte o desaparición. Nuestro ministerio de sanidad y reconciliación se hace oportuno. La necesidad de reconectarnos individualmente e interconectarnos con nuestros semejantes y la creación también es considerado en el pedido del pan. La iglesia es más profética aún cuando, como el buen samaritano, ve o escucha el dolor y sufrimiento ajeno y actúa. Pero actúa no de manera automática sino movida por la empatía, porque siente el sufrimiento de la persona tirada en el suelo. Sanidad personal y comunitaria son las hermanas mellizas de la reconciliación. Como tengo la esperanza de que nuestra iglesias continúen partiendo el pan de sanidad y reconciliación porque en este servicio amoroso, el acto creativo de Dios y el suave o fuerte soplo del Espíritu se pueda mover. Para que la Palabra sea vívidamente expresada, justamente porque Jesucristo continúa tomando nuestras manos y llevándonos a la intimidad del pedido por el pan.
Pre- Asamblea Iglesias FLM de Latinoamérica y El Caribe

"El pan nuestro de cada día dánoslo hoy" Aproximaciones teológico pastorales
Rev. Patricia Cuyatti

jueves, 8 de abril de 2010

Última Hora


Bogotá, abril 8 de 2010, La ciudad registra un decenso en el promedio de su temperatura ambiente, en las últimas 72 horas, y los tradicionales aguaceros de Abril ya se han establecido.

Durante los próximos días la temperatura mínima en la capital colombiana rondará los 10 C° por lo tanto, la organización de la Pre-Asamblea de la Iglesias miembro de la FLM, recomienda a los participantes e invitados, incluyan en sus valijas una pijama térmica, una bufanda y un chaleco.

La mayoría de los estimados obispos y líderes ya han confirmado la llegada por vía aérea, por tanto a la Salida del Terminal 1 Internacional de "El Dorado" una persona que portará una Señal con los logosímbolos FLM y / IELCO los estará esperando para guiarlos al transporte personal y especialmente dispuesto para ellos.

Teléfonos de emergencia en Bogotá:

Fijo: 8034316, Hogar a pocas calles del Centro de Encuentros San Pedro Claver
Móvil: Rosa Elena Cortés, 310 477 0049

Movil: Luis Eduardo Ramírez 315 32 97428


Con afecto
Rosa Elena Cortés

domingo, 4 de abril de 2010

POR FAVOR REVISE LOS SIGUIENTES RESUMENES

1- “Danos hoy nuestro pan de cada día”: una Asamblea introspectiva

El tema de la Undécima Asamblea de la Federación Luterana Mundial (FLM) se basa en la cuarta petición del Padrenuestro: “Danos hoy nuestro pan de cada día”. El Consejo de la FLM eligió esas conocidas palabras como punto de orientación para cuanto decimos y hacemos. Por lo tanto, se prevén experiencias ricas y diversas durante los siete días de julio de 2010 en los que la Asamblea sesionará en Stuttgart, Alemania.

Ese será un tiempo de celebración pues en verdad “Dios da diariamente el pan, también sin nuestra súplica”, como explica Lutero en los Catecismos Menor y Mayor. Más aún, Dios no solo provee asiduamente lo necesario, sino también lo más exquisito de la vida. Es nuestro deber y nuestro regocijo alabar a Dios y darle gracias por tal generosidad.

Ahora bien, esa es solo una cara de la medalla, la otra resulta inquietante. La Undécima Asamblea será también un tiempo de introspección. Todo lo bueno que Dios sigue dándonos no llega a todos/as nosotros/as. Querremos reflexionar y orar para saber por qué muchos/as de nosotros/as mueren de inanición. ¿Esa privación tiene algo que ver con el hecho de desatender nuestra vocación otorgada por Dios de cuidar de la Tierra y todos/as sus habitantes? Si tal es el caso, ¿de qué manera y qué se puede hacer para remediar? El programa de la Asamblea comprenderá unos seis estudios bíblicos y 30 sesiones de las cinco aldeas (grupos temáticos) en los que se explorarán diversos aspectos de estos interrogantes, incluidos temas relacionados como el cambio climático, el VIH y el SIDA, las desigualdades económicas y de género, y el hambre espiritual.

Confiamos en que nuestro quehacer común no nos suma en la desesperación. Proseguiremos nuestro camino confortados/as por las promesas divinas y con la certeza de que Dios, que nos ha mostrado ricas oportunidades de afrontar los retos actuales, seguirá a nuestro lado y nos dará fuerzas para abordar esta tarea con júbilo.

2- Consultas previas a la Asamblea:

27-31 de octubre de 2009: Mujeres, Bogis-Bossey, Suiza.
4-9 de diciembre de 2009: Asia, Bangkok, Tailandia.
29-31 de enero de 2010: América del Norte, Kitchener, Canadá.
13-17 de marzo de 2010: Europa, Bratislava, República Eslovaca.
23-28 de marzo de 2010: África, Abuja, Nigeria.
12-16 de abril de 2010: América Latina y el Caribe, Bogotá, Colombia.
11-17 de julio de 2010: Juventud, Dresde, Alemania.






3- Celebración del ministerio de la mujer

La Federación Luterana Mundial (FLM) mantiene su compromiso mantiene su compromiso con la participación y el liderazgo de la mujer en pie de igualdad; afirma su llamado al ministerio y celebra como un don el testimonio de su ministerio ordenado.

Se alienta a las iglesias miembro a considerar la cuestión del liderazgo de la mujer. El debate sobre la participación y el liderazgo de la mujer en la iglesia viene de lejos y se aplican medidas que garantizan la igualdad en reuniones, conferencias y estructuras. No obstante, esas medidas son tan solo un paso hacia la justicia de género y subsisten retos, por ejemplo, en lo que respecta al acceso al poder y el reparto del poder. De ahí que en la FLM, el análisis de género sea un tema teológico de carácter transversal y una herramienta para abordar la injusticia en la iglesia y en la sociedad.

Las mujeres están preparando reflexiones sobre el tema de la Undécima Asamblea, “Danos hoy nuestro pan de cada día”, en las que analizan las relaciones de género y las conexiones que existen entre el acceso al pan y el acceso al poder. Relacionar la justicia alimentaria con sus experiencias dota a las mujeres de poder en muchos aspectos de su vida.

El objetivo consiste en incorporar la justicia de género en las políticas de la FLM y crear modelos de sostenibilidad para la iglesia y la sociedad a medida que luteranas y luteranos se esfuerzan por compartir el pan y el poder en una comunión inclusiva.

4- Un espacio para el diálogo intergeneracional

Muchos/as jóvenes de las iglesias luteranas están conscientes de que la manera de enfocar el hecho de ser luterano hoy día está siendo debatida. Otros/as sienten que el evangelio se presenta de una forma que no permite abordar los retos actuales.

El cambio climático, por ejemplo, ya afecta a mucha gente y urge tomar medidas. Con toda seguridad, la situación empeorará para las futuras generaciones si la humanidad
no cambia su derrotero.

La Federación Luterana Mundial ofrece espacio para que las distintas generaciones dialoguen sobre cuestiones que afectan la vida en la iglesia y en la sociedad. También estipula que 20% de los/as delegados/as ante la Asamblea sean adultos/as jóvenes, menores de 30 años. La juventud no sólo acude a la Asamblea para aprender sino también para exponer las inquietudes y visiones de los/as jóvenes cristianos/ as del mundo entero.

En la Undécima Asamblea la juventud estará representada por 80 delegados/as y casi 50 auxiliares de conferencia que prestan apoyo adicional en la logística, dando una vez más testimonio del vibrante espíritu de servicio que anima a los/as jóvenes de las iglesias luteranas.
Unos/as y otros/as harán que sus opiniones sean escuchadas.

5- Reflexiones del Jefe de la Iglesia Anfitriona de la Undécima Asamblea acerca del Tema “Danos hoy nuestro pan de cada día”.

Esta petición se encuentra en el centro del Padrenuestro. Es un símbolo de la corporeidad, de la realidad material de nuestra vida humana. Es una petición del pan vivo que se da en Jesucristo a este mundo para pedir juntamente corporeidad y espiritualidad. Es una petición de ayuda para desterrar la penuria material y social: Danos hoy nuestro pan de cada día. Jesús nos enseña que nunca debemos pedir exclusivamente por nosotros: Nuestro pan diario. En la oración nos preocupamos también por los demás.

Hace 50 años surgió en Alemania la campaña “Pan para el Mundo”. De la oración resulta colaboración para el desarrollo, por la oración contemplamos próximo al lejano.
Si las cristianas y los cristianos se reúnen en 2010 en Stuttgart con ocasión de la junta plenaria de la confederación mundial al amparo del padrenuestro, entonces sí rezan. Reflexionan sobre la justicia y proponen pasos concretos con que hacerla cada vez más realidad. Para que los niños del mundo en el futuro –esperemos– deban expresar con más frecuencia la petición “danos hoy nuestro pan de cada día” no como un grito de la penuria, sino que puedan decirlo como una palabra salida del agradecimiento.
Como obispo de Württemberg me complace que podamos rezar esto juntos en Stuttgart en 2010.

Adiós, vuestro obispo regional Frank Otfried July
Iglesia Evangélica Luterana en Wurtemberg

6- Stuttgart – gran ciudad entre bosques y viñedos

Stuttgart se emplaza al sureste de Alemania y es sede del gobierno y capital de Baden-Wurtemberg. Al haber sido destruida en considerable medida durante la Segunda Guerra Mundial, la estampa actual de la ciudad luce marcada por una logradísima combinación de la dignidad de lo antiguo y de lo moderno.

Junto al antiguo palacio o la residencia real se hallan ultramodernos edificios como, por
ejemplo, el nuevo Museo de Arte. También en el ámbito de la cultura tiene Stuttgart algo que brindar: Su renombrada orquesta y famoso ballet tienen aquí su sede. En torno a Stuttgart se dan hasta hoy viñedos que, al igual que el parque natural Schönbuch, enorme extensión selvática próxima a la ciudad, invitan al senderismo y otorgan a la ciudad un carácter del todo especial.

Unas escasas 600.000 personas viven y ejercen aquí sus actividades. Stuttgart constituye parte de la región económica del Neckar Central donde numerosas medianas empresas y también algunas grandes compañías como Mercedes-Benz, Porsche y Bosch tienen aquí sus sedes. Igualmente en Stuttgart se asienta la mundialmente conocida obra de caridad Pan Para el Mundo.

lunes, 22 de marzo de 2010

(Tomado del Boletín "Assemby Update" Septiembre de 2009)

La XI Asamblea de la Federación Luterana Mundial se reunirá en julio de 2010 En menos de un año, la XI Asamblea de la Federación Luterana Mundial (FLM) se reunirá en Stuttgart, Alemania, y será acogida por la Iglesia Evangélica Luterana en Württemberg.

La Asamblea, órgano supremo de la FLM, se reúne habitualmente cada seis años para deliberar y definir la política de las actividades de la organización.

Las asambleas son hitos en la vida de la FLM y reflejan el entendimiento y los puntos de vista de la Federación en su conjunto. “Danos hoy nuestro pan de cada día” es el tema de la próxima Asamblea, que tendrá lugar del 20 al 27 de julio de 2010.

Participarán en ella 418 delegados/as de las 138 iglesias miembro de pleno derecho de la FLM, representantes de iglesias que son miembros asociados, representantes de congregaciones y consejos reconocidos y observadores/as de los comités nacionales de la FLM y organismos conexos. También asistirán miembros del personal local, el personal cooptado y el personal de la FLM, intérpretes, traductores/as, stewards y profesionales de prensa acreditados/as.

En cada asamblea se elige al/a la presidente/a y a los/as integrantes del Consejo que conducirán la Federación entre las reuniones de su órgano rector. Además, la Asamblea se ocupa de todo lo relativo a la Constitución de la FLM y toma decisiones acerca de la alocución del Presidente y los informes del Secretario General y del Tesorero.

jueves, 21 de enero de 2010

Casa de Encuentros San Pedro Claver

Estimados invitados a la reunión de Bogotá, encontrarán en el siguiente enlace información relacionada con la proxima XI asamblea de la FLM, por favor activen el link http://www.flm-asamblea.org/ .
Para contextualizar y dar continuidad a las discusiones sobre las temáticas apuntadas como prioritarias para las mujeres en el análisis de género, hecha en la Pre- Asamblea de Mujeres realizada de 27 a 31 de Octubre, en Bossey, Suiza. Por favor, vean el mensaje de esta Pre-Asamblea y otras discusiones en el sitio de la FLM http://www.lwf-assembly.org/journey/pre-assemblies/women o en el Blog de la pre-asamblea:
http://www.lwf2010women.wordpress.com/.


Bienvenidas y Bienvenidos a Bogotá, Colombia.

Ubicada al noroccidente de la capital colombiana, la casa de reunión se ve rodeada de tranquilos senderos peatonales para matinales caminatas.


Algunos datos de interés para nuestros invitados:

Colombia
Ubicada en el norte de América del Sur, bordeando el Mar Caribe, entre Panamá y Venezuela, y que limitan con el Océano Pacífico , entre Ecuador y Panamá.

Antecedentes: Colombia fue uno de los tres países que emergieron del colapso de la Gran Colombia en 1830 (los otros son Ecuador y Venezuela).

Coordenadas geográficas: 4 00 N, 72 00 W

Clima: tropical a lo largo de la costa y los llanos orientales, más frío en las tierras altas

Población: 43.593.035 (julio de 2006) I

diomas: Español

Capital: Bogotá

El País División administrativa: 32 departamentos (departamentos, singular - departamento) y 1 distrito capital * (Distrito capital), Amazonas, Antioquia, Arauca, Atlántico, Bogotá *, Bolívar, Boyacá, Caldas, Caquetá, Casanare, Cauca, Cesar, Chocó, Córdoba, , Cundinamarca, Guainía, Guaviare, Huila, La Guajira, Magdalena, Meta, Nariño, Norte de Santander, Putumayo, Quindío, Risaralda, San Andrés y Providencia, Santander, Sucre, Tolima, Valle del Cauca, Vaupés, Vichada

Independencia: 20 de julio 1810 (de España)

Fiesta nacional: Día de la Independencia, 20 de julio (1810)

miércoles, 20 de enero de 2010

Pre-asamblea

Durante los días 12 al 16 de Abril del año 2010 se llevará a cabo la Pre-asamblea de la Región América Latina y El Caribe en la Ciudad de Bogotá - Colombia, con miras a la Asamblea de la Federación Luterana Mundial a realizarse en Stuttgart - Alemania durante los dias 20 al 27 de Julio.